Después de recorrer Machu Picchu, llego la hora de la prueba de fuego, teníamos que tomar la decisión de escalar la hermosa montaña; Waynapicchu. Su nombre significa montaña joven. Esta tiene un camino muy estrecho y empinado a la vez y por esta razón las personas se tardan 60 minutos en subir y bajar la montaña. Su altura es de 3200 metros.
Waynapicchu tiene diversos caminos, uno que te lleva a la punta de la montaña y otro que se dirige hacia el templo de la luna, el cual contiene diversas cuevas, por lo tanto es mucho más complicado de escalar.
Llegó el momento de tomar la decisión para poder subir, no lo pensé más de 3 segundos y rápidamente acepte el reto, mis papás se negaron, así que únicamente subimos mi hermano la otra familia que nos acompañaba y yo. ¿ 60 minutos? nos exclamamos ¡No es nada! y comenzamos. El camino fue mucho más cansado de lo que pensé, 15 metros antes de llegar a lo más alto, mi hermano y yo comenzamos a dudar, teníamos demasiado cansancio y ya llevábamos una hora y media. Mi hermano se rindió y quiso quedarse, yo lo pensé 5 minutos y mi conciencia no iba a estar tranquila si estaba 15 metros antes de llegar a observar la vista más hermosa de mi vida, por lo tanto continue con otros familiares, cruzamos cuevas y escalamos rocas empinadas y mal colocadas, pero al llegar a la punta de la montaña, mis ojos se congelaron y mi piel se erizo. ¡Como me hubiera arrepentido de haberme quedado!. Fue una de las cosas más impresionantes que he visto en mi vida, me quede 20 minutos respirando y llenándome de energía. ¿60 minutos? en total hicimos 2 horas y media de subida y bajada, supongo que a causa de la diferencia de condición pero a pesar del cansancio, ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
viajoparavivir 