Al día siguiente de nuestra llegada a Masai Mara emprendimos el primer safari en África. Nos transportábamos en dos jeeps con dos guías turísticos sumamente amables, quienes se encargaban de hacer el comienzo de esta aventura mucho más interesante. Al subir a la camioneta, Luke nuestro guía nos dijo que era muy importante saber que eran los ¨Big Five¨ (Los cinco grandes), los cinco animales más agresivos del mundo animal y los cinco animales más representativos de África; el león africano, el elefante africano, el búfalo cape, el leopardo africano y los rinocerontes blancos y negros. A pesar de que la mayoría de las personas piensan que el León africano es el animal más peligroso, esto es una equivocación, el hipopótamo es el animal que más muertes humanas provoca durante un año.
Por otro lado estos cinco animales también representan los cinco trofeos más valiosos de la caza. La caza de animales determino este concepto a causa de los primeros safaris de cazadores míticos, los cuales vienen de la época clásica y romántica.
Al momento de escuchar el motor de la camioneta mi cuerpo se paralizo, no era un sueño, era el momento de emprender la búsqueda de diversas especies africanas, tenía miedo, mucho miedo, pero la emoción y la adrenalina eran las emociones que más dominaban mi cuerpo. El primer animal que vimos fue un enorme elefante a 6 metros de nosotros, el tamaño era impresionante, sus orejas se movían con el viento mientras arrancaba con mucha fuerza pasto para comer, no quería moverme de ahí, hubiera podido quedarme horas observándolo, minutos más tardes su manada comenzó a acercarse y pudimos estar a metros de 25 elefantes aproximadamente, todo parecía un sueño.
La camioneta continuo avanzando y nos topamos con una jirafa pequeña, bueno ni tan pequeña media como 3 metros, pero aun así tenía poco de haber nacido, ella se encontraba junto a un hermoso árbol Acacia para alimentarse, más tarde avanzamos recorriendo la impactante selva y en el agua nos encontramos con los primeros hipopótamos, se veían tan cómodos que no salían ni del agua ni del lodo, me pude dar cuenta que definitivamente era su zona de confort, también vimos a pequeños hipopótamos recién nacidos, en ese segundo lo único que quería hacer era ir corriendo y cargarlos, pero esta era imposible, la regla principal del safari era; no bajarse de la camioneta, de modo que los animales respetan a los turistas y no atacan pero al momento de ver una especie distinta a la suya entrando a su territorio, defienden y claro atacan.
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